martes, 21 de mayo de 2013

UNA AVENTURA EN LA NATURALEZA

El semestre pasado los estudiantes de distintas carreras de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ibarra, se aventuraron en una gira de observación  a un lugar muy alejado de la ciudad, “Motilón Chupa”, varias experiencias ganadas y  distintos sentimientos encontrados fue lo que obtuvieron al visitar este maravilloso lugar.

Agustín Carrión  coordinador de la gira manifestó,” La visita a esta comunidad tiene un objetivo, es para que los estudiantes puedan ver los distintos modos de vida que existen y para que puedan aportar con un granito de arena a las personas que habitan en el lugar ya que  esta gente transmite valores que se deberían rescatar”.

A una hora y media de Otavalo y en medio de las montañas se encuentra este encantador paraíso donde habitan personas que quieren superarse cada día; con su trabajo y esfuerzo por tener lo que tienen son felices.
Se dedican a la agricultura y ganadería los productos que siembran la mayoría son para consumo personal, trabajan en mingas de cohesión comunitaria, talan los árboles para leña y producen caña de azúcar natural , sus casas son apenas hechas de madera y cemento se cobijan solamente con una sábana para el frío, son escasos habitantes porque muchos han migrado a otros lugares del país para conseguir una vida mejor ,pero los pocos que quedan siguen luchando para que su comunidad siga desarrollándose con el pasar de los días.
Sarita Sánchez una pequeña niña moradora del lugar con sus ojos  grandes y su sonrisa inocente nos cuenta acerca de su vida “Vivo con mis abuelos porque mis papas me abandonaron; en las tardes juego con mis amiguitos y mi sueño es aprender a leer “, esa es la verdadera  realidad de algunos de los niños que viven ahí.

Ayudar fue el objetivo  principal así estudiantes de la Ecaa de la Gesthur y de la Ecoms unidos por un solo propósito pudieron hacer grandes cosas en ese pequeño lugar;  los organizadores separaron a los estudiantes en tres  grupos unos se dedicaron a la reforestación otros a la siembra de semillas como linaza, col morada, zanahoria y cebollas y el último a pintar la escuela que estaba ya estaba muy deteriorada.
Con azadón en mano Paúl García estudiante de hotelería dijo,” me gusta ayudar a la gente el trabajo es muy duro pero a pesar de todo lo mas gratificante es recibir una sonrisa de esas personas porque es sincera y no tiene ningún mal”.
Mitos y leyendas es lo que guardan los nativos del lugar por miedo a creer en otra cosa aun son politeístas, no  identifican el cielo ni el infierno solo saben que existe el bien y el mal, no le gusta el arcoíris por que es un ser maligno, la niebla llamada el Gualambario transmite energías negativas por lo que no es bueno salir cuando esta se aparezca, en las tardes se dedicaban a contar sus historias y sus experiencias sin dominar el español se y diciendo ciertas palabras desorganizadas se comunicaban fácilmente.
Así pasaron  tres días y sin darnos cuenta por las diferentes actividades realizadas la hora de partir llegó con sonrisas, abrazos y despedidas íbamos dejando el lugar pensando en el mensaje de vida que esto nos dejó.

Hay gente que lo tiene todo y se queja por pequeños problemas , hay gente que con lo poco que tiene sabe ser feliz y aprovechar cada día como si fuera el último sin pensar en problemas, esto no es para cambiar es para ser mejor personas y dar gracias a dios por todo lo que nos ofrece, por la vida que nos ha regalado y porque aun tenemos las fuerzas necesarias para seguir teniendo metas y pasar obstáculos; tenemos una vida por delante  y una carrera por terminar así que  todos como seres humanos debemos buscar  la felicidad en  la sonrisa sincera de los demás.


POR: ANITA AYALA

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