En dirección sur norte a 5km del
centro de la ciudad de Ibarra, existe un lugar donde la historia olvidada pone
nombre a este sitio turístico. El complejo Tolas de Socapamba ofrece a sus visitantes a más de diversión acuática tocar
más de cerca la historia de nuestra identidad. Montículos de tierra llamados
tolas revelan la presencia de un lugar patrimonial, que se halla en completo
deterioro y con el paso del tiempo se están perdiendo.
Lo
interesante del lugar se halla a su entrada, hay que estar atentos para cuando se
ingresa, las tolas despuntan en la relativa llanura de monte seco,
aparentemente no pasan de ser lomas de tierra, que algunas son naturales, pero
la gran mayoría, las de valor histórico patrimonial se hallan en completo
deterioro y con servicos básicos agua y luz. Sorprende ver que encima de las tolas existan piscina a
medio terminar y casas de fin de semana deshabitadas.
Las Tolas de Socapamba formaron
parte de un asentamiento Cara muy importante de la región. Este sitio
corresponde al período de integración, antes de la invasión Inca, datan de
1.250 a 1.500 años AC, lo que demuestra ser obra de los Caranques y Cayambis.
“Para la edificación de una Tola
nuestros ancestros requerían de mucha energía, trabajo y planificación. De
acuerdo a estudios arqueológicos se cree que para la elaboración de cada Tola
grande, se necesitaba la participación de al menos 200 personas. El tiempo para
concluir su construcción duraba el lapso de dos años”.
Actualmente Polivio Martínez propietario de una parte de extensión
de tierra donde se ubican tolas el
terreno compró tierras las tierras a su antiguo propietario desde hace 20
años. Martínez desde entonces usufructuó
de su propiedad y asi dio lugar al actual el complejo turístico Tolas de
Socapamba e invernaderos de donde el
subsiste. “Todo empezó como algo familiar, los fines de semana nos reuníamos a
disfrutar y compartir, y decidimos construir
un complejo, pero con el tiempo era difícil la conservación, así que
abrimos nuestras puertas al público” ahora
en medio de las tolas se ubica el complejo que consta de dos piscinas
cubiertas, hidromasaje, turco, canchas de futbol, básquet y tenis, restaurant con platos a la carta, senderos y
una tarabita. Martinez cuenta que las tolas según la tradición oral eran un punto estratégico
donde los Caranques defendían su territorio.
Según Nancy Sarauz historiadora este
sitio corresponde al período de integración, antes de la invasión Inca, datan
de 1.250 a 1.500 años AC, las las investigaciones realizadas se han en este
lugar han recogido piedras de moler de diferente tamaño, vasijas trípodes,
jarros, vasos, tiestos, herramientas, ánforas, platos y fragmentos de pieza.
Las Tolas se formaban en grupos
aislados y en diferentes tamaños, las más pequeñas solían medir 10 metros de
diámetro por apenas 2 metros de altura. En cuanto a las de grandes tamaños
estas podrían tener dimensiones de 100 metros de longitud por unos 30 metros de
altura y 210 metros de largo de rampa aludió Sarauz.
Socapamba y sus Tolas padecen la
suerte de un descuido por parte de las autoridades, abarcan un área aproximada
de 1.2 km2 en las que existen un total de 60 tolas, dos de las cuales son
estructuras cuadrilaterales y evidencian haber sido excavadas por huaqueros.
Respecto a su forma y uso las
Tolas variaban, como es el caso de las Tolas cuadrangulares; estas tenían el
diseño de una pirámide truncada, es decir, que no terminaban en punta sino en
plataforma plana, sobre ellas se construyeron templos o adoratorios; la mayoría
tenían una gran rampa como acceso a su plataforma (se ha comprobado que algunas
formaban grandes graderíos).
La privatización recae en las tolas A esta altura las casas de campo se
ha llan construidas, , pues los propietarios de las mismas aunque intentan
cuidarlas es como tener una gran vasija vacía
El entorno de estas tolas está en
estado de deterioro Por el abandono de las Instituciones encargadas del
Patrimonio Cultural y excavaciones de huaqueros, la vegetación es escasa debido
a la erosión, basura y escombros alrededor de las mismas.
Al llegar a la hostería a simple
vista uno de estos montículos de tierra se halla en medio del complejo, y aun
con ls temprana mañana
Las Tolas se formaban en grupos
aislados y en diferentes tamaños, las más pequeñas solían medir 10 metros de
diámetro por apenas 2 metros de altura. En cuanto a las de grandes tamaños
estas podrían tener dimensiones de 100 metros de longitud por unos 30 metros de
altura y 210 metros de largo de rampa.
Respecto a su forma y uso las
Tolas variaban, como es el caso de las Tolas cuadrangulares; estas tenían el
diseño de una pirámide truncada, es decir, que no terminaban en punta sino en
plataforma plana, sobre ellas se construyeron templos o adoratorios; la mayoría
tenían una gran rampa como acceso a su plataforma (se ha comprobado que algunas
formaban grandes graderíos). Las Tolas Hemisféricas Grandes, es otra de las
variaciones a destacarse, estas fueron localizadas en la parte inferior de
viviendas de personajes importantes de la comunidad, las cuales representaban
un símbolo de poder para diferenciarse de la gente común.
Su distribución se produjo con
mayor fuerza en la época de las sociedades aborígenes, a partir del año 800
d.C, en ese entonces, los pueblos se constituían por personajes de prestigio
étnico o caciques, las tolas de Socapamba actualmente se hallan abandonadas y
deterioradas, se hallan privatizatizadas
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