Adentrarse en
la belleza natural de ríos cristalinos, diversidad de
animales, variedad de plantas y paisajes
únicos, en donde existe un ecosistema en estado puro, es posible en el bosque
protector los cedros, ubicado en la zona de Intag Provincia de Imbabura.
Visitar esta
reserva natural es vivir una aventura en medio de la selva subtropical a 600
metros sobre el nivel del mar, constituida por 6000 hectáreas de bosque
primario en donde se puede apreciar inmensos árboles de cedro y otras 198
especies más de plantas, admirar a un
gran número de animales entre ellos tres
especies de monos, el oso andino, tigres, leones, tigrillos, jaguares, ranas,
mariposas, tucanes, venados, puercos del monte, guatusos y más animales que
cada vez sorprenden con su hermosura a los visitantes y sirven como un soporte para las investigaciones
biológicas que se realizan en el sector.
Para llegar a este paraíso natural recorremos la vía
Otavalo-Selva Alegre-El Chontal o desde Quito por la carretera Mitad del
mundo-Nanegalito-Chontal, hasta llegar a la comunidad la Magdalena sector de
Manduriacos, desde donde inicia el recorrido de hora y media por senderos
húmedos donde se aprecia el trinar de las aves y ver los rayos de sol que
atraviesan los pocos espacios entre los grandes árboles de cedro característicos
de esta zona, hasta llegar al Centro de Investigación de la Reserva Biológica
los Cedros, lugar desde el cual se monitorea a esta área. Una vez en este
centro se pueden conocer los estudios que se realizan para mantener el
ecosistema, uno de los más importantes es la medición del agua acumulada de la lluvia
durante cada año, notándose que desde 1986
hay una disminución de un centímetro en esta acumulación de agua, interpretando
que en la actualidad hay menos lluvias a causa del deterioro de los bosques y
así mismo se logra entender que hay que conservar esta y otras reservas que son
los pulmones principales del Ecuador y el mundo y que contribuyen al equilibrio del ambiente.
En este rincón natural
se realiza un constante trabajo por mantener el habitad de los animales, se ha
realizado muchos estudios sobre las problemáticas que existen, identificando
que hay muchos animales en peligro de extinción, como es el caso de los monos
bracilargos de cabeza café que están dentro de los diez primates más amenazados
del planeta según nos cuenta Josef DeCoux administrador del Centro de
Investigación, quien conserva este lugar como su propia casa, manifestando que
este es uno de los pocos bosques primarios de Imbabura que hay que proteger, e
invita a las personas a que vengan a este lugar a conocer y a vivir momentos
incomparables en la naturaleza, admirando las aves volar libremente y la vegetación única que constituyen el
bosque para de esta manera respetar
nuestra casa y la diversidad que habita en ella.
En la reserva
existe una red de caminos internos que conducen a diferentes miradores y
espacios propicios para relajarse en medio de la naturaleza, uno de ellos
permite disfrutar de la aventura de los tres puentes cruzando cascadas y los ríos limpios que pasan
por este bosque y poder refrescarse en el agua practicando la natación o demás
deportes acuáticos. En los senderos se puede ver animales de distintos tamaños
y especies y sentir de la tranquilidad
que ofrece este rincón.
Un dato
importante es que hasta este bosque protector llegan personas voluntarias de
otros países para conocer más de cerca el trabajo de conservación ambiental,
quienes conviven con las personas del sector y ayudan también en las
actividades de la reserva, ellos contribuyen con dinero para la conservación del lugar, Alloysia
Power voluntaria de Estados Unidos manifiesta sentirse feliz al estar en este
lugar por un tiempo ya que ve una oportunidad para vivir, disfrutar y descubrir
la naturaleza. El centro al contar con una buena infraestructura puede acoger a
cualquier persona que desee visitar el lugar y hacer uso de las instalaciones
con servicio de hospedaje, alimentación, acompañamiento de un guía turístico, usar
la biblioteca de referencia y compartir de actividades de entretenimiento, contribuyendo al
desarrollo de esta región.
Como
alternativas ecológicas se maneja una planta de luz propia con paneles solares
y con energía hidroeléctrica. El agua de uso doméstico se la extrae
directamente del rio sin ningún proceso químico, ya que con estudios
científicos se ha comprobado que el agua está libre de contaminación, y luego
de usarla se la devuelve al mismo río que llega de manera pura, porque en el
paso por la tierra se va purificando nuevamente. Otra opción ecológica es el
trabajo en agricultura orgánica con el fin de conservar el ambiente y alejar
los procesos químicos de la reserva.
La tala ilegal
de los árboles es un problema al que se enfrenta el bosque protector, aunque en
poca cantidad, se observa día a día que va disminuyendo el bosque , pero para
la gente del sector es una de las
principales actividades para su sustento
por lo que no manifiestan nada al respecto. Lo que sí está en nuestras manos y
es una tarea de todos se la conservación del ecosistema, trabajando en
contaminar de menor manera el ambiente colaborando desde nuestros hogares, así
mismo se tiene que aprender conociendo y que mejor que este mágico lugar para aprender a valorar
lo que tenemos en estos paisajes extraordinarios.
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